Las palabras susurradas al oído tienen el poder de exictar y desvelar los más profundos deseos. Foto: Freepik.
Las palabras susurradas al oído tienen el poder de exictar y desvelar los más profundos deseos. Foto: Freepik.

Los pequeños son los ingredientes secretos que hacen que cada experiencia sea única y especial. Disfruta de estos detalles que encienden tu pasión y recuerda que el amor, el juego y la complicidad son la clave para mantener viva la chispa en la intimidad.

La terapeuta sexual y psicoemocional Chris Kadesh del portal Despertando tu Energía Sexual nos dice cuáles son esos pequeños placeres que debemos tener en cuenta al momento de la intimidad con nuestra pareja, pues son claves para lograr una excitación plena.

1.- APRETÓN DE GLÚTEOS

Un apretón firme en las nalgas puede desatar un torrente de excitación y provocar una conexión instantánea entre la pareja. Este es un gesto de deseo y dominio que aviva la pasión.

2.- PALABRAS AL OÍDO

Las palabras susurradas al oído tienen el poder de excitar y desvelar los más profundos deseos. Escuchar un ‘quiero hacer esto’ o ' quiero que me hagas’ desencadena una explosión de deseo irresistible. Deja que tus palabras los hagan explotar en cada encuentro.

3.- ESTIMULAR EL CUELLO

El cuello es una zona altamente erógena y sensible. Un beso suave, un mordisco juguetón o una respiración cálida en esa zona desencadena una cascada de sensaciones placenteras y pueden elevar la pasión a niveles insospechados.

4.- RASGUÑOS EN LA ESPALDA

Los rasguños suaves y sensuales en la espalda pueden generar una mezcla única de dolor y placer. El roce de las uñas despierta los sentidos y añade una dimensión extra de intensidad a la experiencia sexual.

5.- GEMIDOS DE PLACER

Los gemidos son una forma de comunicación erótica que enciende la pasión y estimula la excitación mutua. Expresar tus sensaciones con gemidos y suspiros crea una atmósfera de entrega y complicidad que aumenta el placer compartido.

6.- ACARICIAR EL CABELLO

El contacto sensual del cabello es un gesto de ternura y conexión profunda. Acariciar el cabello de tu pareja durante el acto sexual fortalece el vínculo emocional y crea una sensación de seguridad y cuidado mutuo.

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