Especialista en Nutrición de la UPC, Katherine Cántaro, explica las causas y consecuencias de ambos trastornos. Foto: Istock.
Especialista en Nutrición de la UPC, Katherine Cántaro, explica las causas y consecuencias de ambos trastornos. Foto: Istock.

Hasta el año pasado, 7 de cada 10 peruanos tenían exceso de peso, poniendo al Perú como tercero en el índice de sobrepeso en Latinoamérica. Y si bien estas cifras son alarmantes, de lo que poco se habla es de su estrecha relación con la anemia.

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Katherine Cántaro, nutricionista y docente de la carrera de Nutrición de la UPC, explica las causas de ambos trastornos, cómo prevenirlos y, sobre todo, qué hacer para combatirlos.

TROME | Katherine Cántaro, nutricionista y docente de la carrera de Nutrición de la UPC
Katherine Cántaro, nutricionista y docente de la carrera de Nutrición de la UPC.

Licenciada, ¿personas con sobrepeso y obesidad pueden tener anemia?

Definitivamente. El hecho de que estés sobrealimentado no significa que estés cubriendo todos los nutrientes que necesitas, lo que termina originando ambos problemas: anemia y obesidad.

¿A quiénes afecta más?

Mujeres en edad fértil, madres de familia y niños. Solo para poner un ejemplo: un varón necesita 8 miligramos de hierro al día y las mujeres necesitamos 18.

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Claro. Si la mamá tiene estos trastornos, es probable que los hijos también, porque es ella quien administra la alimentación diaria, en la mayoría de casos.

¿Cuál sería la causa?

Deficiencia de hierro y nutrientes en su dieta diaria. El problema de la persona con obesidad y anemia es que sí come, pero no come lo que debería para estar bien nutrida.

¿Qué consecuencias trae la anemia en este tipo de pacientes?

El sobrepeso y la obesidad son trastornos por exceso elevado de grasa, y de no tratarse termina en enfermedades como diabetes, hipertensión o problemas renales crónicos.

¿Cuáles son las señales de alarma?

Cansancio, mareos, dolores de cabeza, falta de aire y desgano para realizar sus actividades. Piensan que son flojos, pero es que su cuerpo minimiza la cantidad de energía que tiene porque no puede acceder a más por la mala nutrición. Y este desgano hace que coma lo que encuentra a su alrededor y no tenga ganas de ejercitar, lo que termina atrapándolo en un círculo vicioso.

¿Qué hacer apenas reconocen los síntomas?

Realizarse un examen de sangre y diagnosticar anemia. Segundo, aumentar las fuentes ricas en hierro, como hígado, sangrecita y menestras, mezcladas con verduras y limón. Acá la clave es mezclar estos alimentos, para que la absorción de hierro sea mayor.

Se dice que el hígado y la sangrecita tienen alto contenido de colesterol...

La sangrecita tiene un menor contenido de colesterol a comparación del hígado. Pero el hígado también es un reservorio de vitaminas. Los beneficios son mayores. La porción de colesterol que se absorbe no es tan alta y no te va a originar tantos problemas como sí lo hará la deficiencia de hierro.

¿En cuánto tiempo debería haber cambios?

Es un tratamiento que demora entre 10 y 12 semanas, después de ese tiempo debería haber alguna mejoría.

¿Y si no mejora?

Si no sube tu hierro con la nueva alimentación, tienes que ir al médico para saber la causa. Descartar si tienes un problema menstrual o de endometriosis.

¿Otros hábitos que deberían cambiarse?

Planificar las comidas, mejorar las horas de sueño y aumentar la actividad física.

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