Atenta a las señales de alerta. No confundas a un hombre renegón con uno agresivo y violento, abre los ojos. Foto: Istock.
Atenta a las señales de alerta. No confundas a un hombre renegón con uno agresivo y violento, abre los ojos. Foto: Istock.

No esperes que llegue el primer golpe para poner un alto y escapar de esa pareja tóxica. No esperes tener el ojo morado, la ceja rota o una cicatriz en el cuerpo, para huir de ese abismo de violencia en el que estás a punto de caer. Eres una mujer luchadora, guerrera, capaz de todo y más. Todavía estás a tiempo, sal de ahí.

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La psicóloga Lizbeth Cueva, experta en terapias de pareja, explica las primeras señales de alerta de un hombre agresivo y que debes tener en cuenta.

“No confundas mal humor con agresión. Un hombre violento no empieza golpeándote, sino con celos tóxicos, control en la relación, gritos, humillaciones, groserías y todo tipo de faltas de respeto. Detrás de ese ‘renegón’ puede estar un potencial golpeador”, advierte.

Vales mucho más que esos gritos, toma la decisión y pon un alto. Todas las parejas tienen discusiones, intercambio de opiniones, pero por ninguna razón debes tolerar insultos y groserías. Mucho menos un ‘jalón’ de cabello o un ‘manazo’ con el cuento de que ‘no seas exagerada, eso no es golpear’ o el famoso ‘tú me provocaste, no es mi culpa’.

“No creas en el consabido ‘te juro que no lo vuelvo a hacer’, si la persona no recibe terapia psicológica, volverá a incurrir en lo mismo. Piensa qué quieres de la relación, pero sobre todo piensa qué quieres para tu vida. Ese primer golpe es un adelanto de lo que te espera. Y recuerda esto: por ti no va a cambiar, ese cambio no existe. Cuando realmente quiera transformar su vida, será por él mismo”, agrega Cueva.

La psicóloga aclara que el cambio no está en el comportamiento, sino en las creencias y conceptos que se tienen.

“Por ejemplo, si deja de comportarse agresivo o impulsivo no es suficiente, antes debe haber un cambio en sus creencias sobre sus emociones, autoimagen, tolerancia, empatía, etcétera. Porque de lo contrario, en cualquier momento, así sea después de varios meses, volverá a comportarse de forma impulsiva. Pasa igual con los infieles y mentiroso”, explica.

Da prioridad a tu bienestar y tranquilidad. No justifiques agresiones psicológicas, tampoco dejes que te eche la culpa de sus arranques violentos. En esta ecuación, la víctima eres tú. Y solo tú tienes el poder para decir ¡Basta!

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