Cuando lo mostraba a sus amigos, unos decían que era un conejo y otros aseguraban que era un perro. El compañero de aventuras de la actriz era un muñeco indefinido, que no era lo uno ni lo otro. O quizá ambos. Un híbrido inclasificable. Un ser fuera del cuadro. Una excepción a la regla. Un rara avis.

Wendy Ramos: “Me he buscado por todos los caminos posibles” | ENTREVISTA
Asegura que está en constante cambio, corrigiendo errores y buscando su mejor versión. Habla de la ‘trislicidad’, que es estar triste y feliz. Acaba de publicar ‘Perronejo’, un libro para niños.

Perronejo’, ese muñequito de lana blanca, de orejas largas, de patas rectas y con un hilo de sonrisa, fue la semilla que germinó en un hermoso libro para niños, escrito e ilustrado por la misma artista.

Esa inexplicable forma, única, que no permite ubicarlo ni aquí ni allá, es el punto de partida para hablar sobre la identidad, para preguntarse ¿qué somos? O ¿por qué no encajamos? O ¿Está bien ser diferente?

Wendy Ramos, quien realizó una presentación multitudinaria en el ‘’, debuta en la literatura infantil. El libro se presentará en Lima este 25 de noviembre en el teatro Nos.

'Perronejo', el muñeco de lana compañero de aventuras de Wendy Ramos. (Foto: Instagram)
'Perronejo', el muñeco de lana compañero de aventuras de Wendy Ramos. (Foto: Instagram)

¿Tu libro ‘Perronejo’ es el punto de partida para que hablemos sobre identidad?

Sí, hablar sobre la identidad. Y creo que es la pregunta que nos hacemos todos: ¿quién soy? Tratas de encajar en lugares y a veces no encajas. Te preguntas si está bien ser así o no. Sobre todo, se lo pregunta la gente que es distinta y le gusta las cosas distintas, ellos se cuestionan mucho si estará bien ser así o debe hacer lo que todos hacen.

¿Y es posible llegar a conocerse uno mismo, totalmente, definitivamente?

Yo creo que no. Mira que yo me vengo buscando… me he buscado por todos los caminos posibles... Vamos cambiando y cuando dices ‘ya, ya sé cómo soy’, algo pasa y reformulas.

'Perronejo' inspiró un libro infantil.
'Perronejo' inspiró un libro infantil.

¿El cambio constante es tu manera de vivir?

Yo creo que sí. Yo estoy todo el tiempo revisándome, revisando las cosas que hago, las cosas que digo o las cosas que no me gustan de mí. Y estoy reeducándome todo el tiempo a mí misma.

¿Y no te genera angustia preguntarte siempre en qué estas fallando?

No, no. Tengo una fila de cosas que debo que cambiar. Agarro una y ‘chau’, voy cambiando una cosa. No soy la misma ni de hace cinco o diez años atrás. Voy cambiando todo el tiempo para mejor. Y eso, lejos de ser angustiante, es bonito. Es ¡WAO!, ¡qué poder tenemos de cambiar esas cosas que no nos gustan!

¿'Perronejo’ podría ser el primer libro de un niño, qué te genera?

Qué bonito eso, me gustaría mucho. Es un libro que contiene una historia muy buena para los niños: cuando quieres encajar en un grupo y no sabes quién eres, no sabes qué sentir porque estás llenos de emociones diferentes. Y eso puede ser muy confuso para un niño. Lo que propone el cuento es ‘te toca descubrir quién eres’. Yo se lo he leído a mucha gente, como a 40 personas.

¿Antes de publicarlo?

Sí, cuando lo tenía hecho a mano. Lo hice a mano para llevármelo de viaje. Y cuando les leía el cuento a todos los adultos, a todos les servía para darse cuenta de que está bien mezclar emociones. Hablo de la ‘trislicidad, que es estar triste y feliz al mismo tiempo, porque a veces las cosas están así.

¿Se puede sentir esas dos emociones en el mismo momento?

Sí, ¿no te ha pasado nunca?

No lo he analizado, en realidad…

Sí. Claro que sí. A veces sentimos que tenemos que escoger entre estar triste o feliz, cuando podemos convivir con las dos cosas. Uno no entiende y tiene que escoger, blanco o negro. No siempre es blanco y negro. Y eso está bueno que un niño lo entienda, que puede estar ‘trisliz’.

En su libro, Wendy Ramos habla sobre la 'trislicidad'. (Foto: Instagram)
En su libro, Wendy Ramos habla sobre la 'trislicidad'. (Foto: Instagram)

Dicen que la felicidad son momentos, no es algo permanente, ¿cuál ha sido el momento más feliz de tu vida?

Ufff, el más feliz de mi vida… tengo muchos momentos felices. Eh, ahora estuve en las Islas Canarias rodando una película, todo ese tiempo ha sido mágico, precioso. Hubo un día que me metí al mar en la noche. Fui tan feliz de meterme al mar en la noche, algo que nunca había hecho, había mucha luz, fue tan bonito.

Alguna vez le pregunté al cantante ‘Cachuca’ si el éxito era tener una casa y un auto, te hago la misma pregunta, ¿eso es el éxito?

No, no. Para mí el éxito es estar tranquilo. Cubrir tus necesidades económicas, tener esa parte tranquila. Y luego estar en paz. Para mí, particularmente. O sea, otra persona de repente sí quiere un auto del año, quiere una súpercasa. Yo no quiero una súpercasa, a mí déjame mi departamento chiquito, que lo puedo limpiar yo misma. No quiero un auto porque para mí un auto es un problema.

¿Y la fama ha sido un problema?

La fama es un problema, ¿no? Yo creo que sí. Habrá gente que le guste. Es bonito un rato, a veces es bonito porque recibes mucho cariño, eso es bonito. Pero a veces pesa un poquito, por ejemplo, cuando quieres ir a la playa y te están tomando fotos, es medio raro.

Eres una mujer que viaja mucho. Con varios kilómetros de vuelo encima, ¿cómo ves tu país?

Creo que viajar para mí es fundamental. Creo que todos deberían viajar porque te saca de tu burbujita. Mientras más lejos te vas, es más loco. En Japón, por ejemplo, que es una cultura que me fascina, velan por el bien común. Todos piensan qué es lo mejor para todos, no para uno solo. Eso me parece increíble. Aquí todos están pensando en sí mismo.

Uno aprende a conocerse, ahora que hablamos de la identidad…

Sí, claro. Ves otra realidad y te cuestionas qué tan flexible eres para entender al otro, para adaptarte, para comer cosas que nunca has comido, usar transporte que no conoces, cómo te comunicas.

Exacto…

Creo que la empatía es una cosa muy buena, que todos deberíamos tener, y eso te lo da mucho también viajar. Comienzas a entender que nadie tiene por qué pensar como tú ni hacer las cosas como tú, hay otras formas de ser, otras prioridades para otras personas, y eso te abre la mente mucho.

Has sido clown, eres conferencista, ahora escritora, ¿pero ¿cómo te definirías?

Yo soy todo eso. Soy una curiosa. Una estudiosa. Me gusta estudiar, curiosear, meterme en cosas que no he hecho a ver cómo son y por placer, porque sí. Este libro lo escribí porque yo quería hacerlo.

¿Qué encuentras en la escritura a diferencia de las tablas y los reflectores?

Mira cuando escribí ‘Mi fiesta es mía’ (su primer libro), lo que más ilusión me daba es que algo que yo estaba haciendo iba a estar en la casa de alguien. Porque una cosa es que te vayan a ver al teatro, pero el libro era como meterme a las casas. Es un privilegio poder llegar a tanta gente y ayudar porque creo que ‘Mi fiesta es mía’ ha ayudado a mucha gente a tomar decisiones, a revalorar su vida de otra manera, eso me escriben.

"Mi fiesta es mía', primer libro de Wendy Ramos. (Foto: Grijalbo)
"Mi fiesta es mía', primer libro de Wendy Ramos. (Foto: Grijalbo)

Es cierto, muchas personas se te acercan a pedirte consejos, ¿cómo lo manejas?

Yo siempre digo ‘no sé’. No soy psicóloga, no soy coach, si quieres cuéntame qué te pasa y si alguna vez estuve ahí te diré ‘yo lo llevé así’.

¿Hay una responsabilidad grande en lo que dices y escribes?

Gigante. Sí. Yo pienso mucho en cada palabra, reviso mucho lo que voy a escribir porque hay mucha gente escuchando, leyendo. Creo que hay una gran responsabilidad cuando te sigue mucha gente de ver bien qué vas a decir.

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