‘Cuto’ Guadalupe recuerda sus intensos entrenamientos en la U: “Pretemporadas, las de mis tiempos”

Mi gente de ‘La fe de Cuto’ hemos arrancado la temporada 2024 con todo, con la entrevista a Jean Ferrari el bravo de Universitario de Deportes. Ahora se viene la segunda parte que no se pueden perder, vienen más revelaciones y anécdotas, al más puro estilo que ustedes ya conocen.

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Por estos días me embarga la nostalgia recordando las pretemporadas en los clubes que jugué. Sin duda, recuerdo con especial atención mi primera pretemporada con el técnico Fernando ‘Gato’ Cuellar, quien me promovió al primer equipo profesional de la ‘U’, que tenía un preparador físico brasileño Gallo. Ese año fue terrible. Corríamos muchos kilómetros en las playas, solo en calentamiento.

Recordar ese momento me llena de nostalgia. Todos los jugadores corríamos por la arena de la playa por el sur de Campo Mar y sobre un carro iba el DT Cuellar arengando a los jugadores para no bajar la guardia, mientras que en la meta de llegada, para volver al punto de partida, esperaba el popular Víctor ‘Pichicho’ Benavides que hacía el papel de veedor y daba el visto bueno y exigía que todos los jugadores cumplan con las metas.

Mi primera pretemporada fue el inicio de varias que vendrían después a lo largo de toda mi carrera profesional. Cada una me marcó ya que- considero- que es una etapa clave para los jugadores y para el equipo en su objetivo trazado. Esa parte física es crucial para un futbolista ya que podrá fortalecer ese aspecto básico para poder mostrar lo mejor durante el año.

Con el tiempo, el fútbol fue evolucionando en ese aspecto también. En mis tiempos se trabajaba mucho en arena, trineo, jalar peso -en fin- una serie de trabajos que en oportunidades se llegaba a realizar triple entrenamiento en un día. Ese esfuerzo físico generaba que muchas veces los futbolistas terminaban arrojando, por el esfuerzo, otros no lograban terminar los trabajos a lo que nosotros decíamos un saldado caído. Y así se podía ver a uno, dos o tres que sentían los rigores del trabajo.

Sin duda que las formas de realizar las pretemporadas tienen que ver con la evolución del fútbol de hoy, más intenso, y con el estilo o forma de trabajo que tiene cada entrenador. Por lo que sé y veo, hoy las pretemporadas son distintas. En ese momento me supe adaptar a la forma de trabajo que cada entrenador imponía y así ocurrió a lo largo de mis 20 años en el fútbol profesional. He sabido soportar y afrontar cada año distintas distintas pretemporadas.

MI PRETEMPORADA EN REAL GARCILASO

En una de las últimas de mi carrera, yo ya estaba grande, fue la que realicé con Real Garcilaso, ahora se llama Cusco FC, en la altura de Cusco. Fue terrible, fue una masacre en la que tenía que trepar cerros a todo poder con la garganta seca y con la falta de oxígeno por la altura. Lo recuerdo y me falta el oxígeno.

Siempre en las pretemporadas hay jugadores que destacan por su mayor repuesta a pesar de los fuertes trabajos. Hay una lista enorme, pero siempre recuerdo al José ‘Puma’ Carranza, Martín ‘León’ Rodríguez, Edwin Retamozo y aunque no lo crean al pequeño William ‘Periquito’ Chiroque. Tienen un físico envidiable sobre el resto.

Otro tema que recuerdo mucho, sobre esta etapa del año, es la mesa de los gordos. Siempre en todo equipo había jugadores que llegaban con un ligero sobrepeso, por lo que tenían una mesa especial en la que le ponían una comida adecuada, en base a verduras, para cuidar su peso. Esos jugadores eran el punto para la joda o broma de todos.

Pero como parte de la evolución del fútbol también las pretemporadas fueron cambiando, sobre todo la metodología. Se comenzó a trabajar desde el comienzo realizando fútbol y en paralelo con la parte física más intensa. Ya fue quedando de lado el subir cerros. Digamos que la técnica fue cambiando.

Ahora solo me queda recordar esos momentos que ya no volverán. Momentos con los que sueño despierto y dormido. Aunque no lo crean, el chip en mi mente está en que volveré a realizar una pretemporada. Y cuando abro los ojos, la realidad es otra, sé que eso ya no volverá a suceder.

Nos leemos el próximo lunes.